El mundo de la gastronomía nacional nuevamente está de luto, luego de que se notificara en las redes sociales que el reconocido ex boxeador don Epifanio Leyva, «Don Pifas», falleció este domingo. El dueño de la pulquería «La Hija de los Aapaches» era uno de los personajes más queridos e icónicos de la cultura capitalina, quien siempre defendió el legado prehispánico de esta bebida.

A través de su cuenta oficial de Twitter, el Museo del Pulque y las Pulquerías de la Ciudad de México se unió a la pena de perder a uno de los más emblemáticos embajadores de este fermentado del agave y envió un mensaje a nombre de la institución, las pulquerías y sus integrantes, señalando que «lamentan el sensible fallecimiento de: EPIFANIO LEYVA ORTEGA ‘EL PIFAS'».

Conocido por una reconocida trayectoria en el boxeo, Don Pifas nació y creció en el barrio de Santa María la Ribera, colonia ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc de la CdMx, donde creció amando los golpes y las golosinas, por lo que en lugar de ir a la escuela, gastaba el dinero de los libros para disfrutar de dulces en la Alameda o ver películas en el legendario y extinto Cine Continental. Según algunas anécdotas que contaba, desde pequeño era peleonero porque había un panadero que cuando veía a niños golpeándose, le regalaba una bolsa con pan dulce al triunfador del «encuentro» y otra de bolillos al perdedor.

Este camino lo condujo al boxeo, luego de que a los 16 años se inscribiera a un gimnasio donde cosechó varios triunfos e incluso fue reconocido por jamás perder por nocaut. Sin embargo, problemas con el alcohol, el amor y principalmente una pelea robada en Tijuana, Baja California, lo hicieron abandonar los cuadriláteros. Don Pifas encontró una buena oportunidad en una pulquería y dado que conjuntaba el amor del alcohol y los golpes, resultó ser el sueño ideal para él. Más tarde, con 10 hijos de tres mujeres distintas, decidió abrir su propia pulquería en el corazón de la colonia Doctores.

Ubicada en la calle Dr. Claudio Bernard, número 149, La Hija de los Apaches alcanzó gran popularidad y se convirtió en un lugar de tradición para disfrutar del pulque y conversar con el famoso ex boxeador, quien compartía con sus comensales las anécdotas más interesantes y divertidas de su vida.

Con más de 80 años, don Epifanio sufría los efectos de una vieja embolia, daños en el corazón, la presión y diabetes, Descanse en Paz.

AGENCIAS

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