El sismo que sacudió el martes especialmente la costa de Oaxaca, ha reabierto heridas del fatal terremoto de 2017 y ha dejado hasta ahora 10 muertos, daños en edificaciones y carreteras, así como en zonas arqueológicas, dijeron el miércoles autoridades.
La zona más golpeada por el terremoto de magnitud 7.4 fue un área próxima al centro turístico de Huatulco, en el estado de Oaxaca, pero el movimiento telúrico alcanzó varios estados, incluyendo la capital del país, Ciudad de México, donde altas torres se mecieron y miles de personas salieron a las calles para protegerse.
En una treintena de inmuebles de la capital hubo daños en fachadas pero también perjuicios mayores en otros que tuvieron que ser desalojados, como un bloque de viviendas en Azcapotzalco al norte de la CdMx., que ya había sido azotado por el sismo que hace casi tres años dejó cerca de 400 muertos.
“Ahora lo que me preocupa es tener un lugar donde poder guardar mis cosas”, dijo a la agencia Reuters Aura Preisser, una vecina, mientras sacaba objetos personales de su casa.
“Este departamento siempre ha sido mi hogar, ahí nací, ahí crecí, ahí tengo todos mis recuerdos; si lo perdiera no perdería nada más mi casa sino una gran parte de mi corazón”, añadió frente al edificio, acordonado por las autoridades.
En Oaxaca, cuadrillas de obreros despejaban las carreteras afectadas por los derrumbes ocasionados por el sismo, mientras pobladores de comunidades humildes trataban de buscar sus cosas entre escombros.
“Se dañó todo, se llevó toda la casa. Todo lo que hemos hecho en nuestra vida se ha ido”, dijo Vicente Romero en el pueblo La Crucecita, cercano a Huatulco, al mostrar los daños ocasionados por el terremoto sobre su humilde vivienda. A su alrededor otros vecinos removían escombros.
En Oaxaca, ascendió a 10 el número de muertos, dijo el gobierno del estado en un comunicado. En total, 85 municipios, 500 viviendas, 55 monumentos históricos, entre ellos cuatro zonas arqueológicas, y cuatro centros educativos sufrieron daños.
REDACCIÓN/AGENCIAS/MAI