En algunos restaurantes de París, Francia han intentado mantener la sana distancia y para esto ha tenido que implementar osos de peluche en las sillas desocupadas para hacer de cuenta que hay gente tomando su café y que los clientes no se sientan solos, ya que sólo se permite una o dos personas por mesa.
Incluso en otros restaurantes de Alemania han mantenido esa sana distancia con flotadores de colores marrados en un sombrero para que cada cabeza los tenga sostenidos y no estén las personas una cerca de la otra.