A los 98 años de edad fallece el primerísimo actor
Ignacio López Tarso murió a sus 98 años de edad, tras ser hospitalizado recientemente debido a una neumonía y problemas intestinales.
Fue a través del Twitter de la periodista María Luisa Valdés-Doria que se dio a conocer el sensible fallecimiento del actor que se consolidó como uno de los máximos representantes en la escena del cine y televisión mexicana.
Rápidamente, miembros del gremio artístico lanzaron sus condolencias a la familia y seres queridos del actor de Macario.
Un hombre que esperaba trascender los 100 años
Cabe recordar que López Tarso, además de ganarse al público por participar en un sinfín de filmes como el Gallo de Oro, El Hombre de papel, Rosa Blanca y muchas otras más, también se convirtió a lo largo de los años en uno de los referentes más amados por los televidentes debido a su gran carisma y vocación a la actuación.
Es así que en 2022, el famoso no dudó en decir que esperaba llegar al siglo de vida y aseguró que no tenía contemplado alejarse del mundo del espectáculo en ningún momento.
Hacer una gran obra, un Shakespeare, hacer una obra griega, hacer una obra de teatro clásico español del siglo VXI. Eso espero para los 100 años, volver al teatro con una obra y con el teatro lleno”, dijo Ignacio López Tarso durante una antigua entrevista para Hoy.
El primer acercamiento que López Tarso tuvo a la actuación fue a los ocho años, cuando sus padres lo llevaron a una función de teatro de carpa, según contó muchas veces. Cuando se apagó la luz y se abrió el telón, aquel niño quedó impactado. Tiempo después, a los 24 años, entró a la Escuela de Teatro de Bellas Artes. Pero antes había pasado por el seminario, donde entró solo por su interés por seguir estudiando (nunca tuvo la intención de ser sacerdote) y por el servicio militar.
Afortunadamente me tocó la compañía de ametralladoras. Como la ametralladora iba montada sobre un Jeep, yo siempre iba en el vehículo; mis compañeros iban a pie”, contó en una entrevista pocos días después de su cumpleaños en enero.
En 1954, el actor tuvo su primera aparición en cine con una película que casi logra que abandone la profesión, La desconocida, del director Chano Urueta.
Siempre siguió trabajando en teatro, el «gran placer» del que lo privó la pandemia de covid. El reconocimiento en este arte le había llegado en 1954 cuando interpretó al emperador mexica en Moctezuma II del dramaturgo de Sergio Magaña. Se convirtió pronto en un actor imprescindible para otros dramaturgos mexicanos como Emilio Carballido y Luisa Josefina Hernández, y trabajó en producciones de teatro clásico español e inglés. A lo largo de su carrera también recitó corridos sobre la Revolución mexicana e incursionó, muchos años después, en la comedia musical con la versión mexicana de Hello, Dolly! junto a Silvia Pinal.
Durante los últimos años una de las cosas que más lamentó fue no subirse al escenario. Además, se quejaban de que no lo llamaban para hacer televisión.
Ignacio López Tarso, una vida plena
Ignacio López López nació el 15 de enero de 1925 en Ciudad de México. Por razones familiares, su infancia transcurrió en varios lugares del territorio mexicano como; Veracruz, Hermosillo, Navojoa y Guadalajara.
Fue en Guadalajara donde Tarso tendría su primer acercamiento con el mundo artístico al presenciar una función de teatro de carpa, siendo este el primer espectáculo teatral que vio y con el que quedó fascinado por el teatro.
En 1945, y teniendo veinte años de edad, tuvo que cumplir con el servicio militar y estuvo en cuartel más de un año en Querétaro, aunque también estuvo en los regimientos de Veracruz y Monterrey. Logró obtener el grado de Sargento Primero. Al terminar su servicio militar, un general le dijo que tenía madera para ser militar destacado y le ofreció su apoyo para ingresar al Colegio Militar, pero Ignacio López después de pensarlo descubrió que esto no era su vocación y así terminó su aventura militar.
En la Ciudad de México trabajó como agente de ventas de una empresa fabricante de ropa de mezclilla, pero seguía teniendo problemas económicos, por lo que buscaba otra opción para mejorar su situación. Esa opción lo encontraría en unos amigos quienes lo animaron diciéndole que si se iba con ellos a los Estados Unidos a trabajar como braceros en la cosecha de uva y naranja en California, ganarían mucho dinero. Con esa ilusión, él y sus amigos se inscribieron en el convenio México-Estados Unidos, el cual les auspició el trabajo en California. El sueño de Ignacio López no era radicar en Estados Unidos, sino trabajar una temporada y regresar a México cargado de muchos dólares. Estando ya trabajando en un naranjal del condado de Merced, California y trepado de un alto naranjo, resbala y cae de espaldas encima de unas cajas, lastimándose seriamente su espina dorsal quedando casi paralizado. Esto provocó su triste regreso a México por tren. En vez de venir cargado de muchos dólares, vino cargado de muchos dolores, con medio cuerpo enyesado y con tan solo 20 dólares en el bolsillo. En la Ciudad de México tuvo que seguir un tratamiento y guardar reposo para su recuperación, durante un año aproximadamente.
Después de su recuperación, López Tarso, con 24 años, ingresó en 1949 a la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que en aquel tiempo era la única escuela de teatro en el país. Bajo la enseñanza de Xavier Villaurrutia, a quien Tarso admiraba, comenzó a prepararse como actor teatral.
Por medio de Villaurrutia, conoció a Xavier Rojas, fundador del grupo Teatro Estudiantil Autónomo (TEA), grupo al que se integró. El TEA hacía presentaciones al aire libre en las calles, plazas, parques, mercados y diversos lugares de la Ciudad de México. De este modo, Ignacio López tuvo sus primeras experiencias histriónicas con un contacto más cercano con el público.
Su debut teatral como estudiante de Bellas Artes fue en la obra El sueño de una noche de verano de William Shakespeare, y su debut profesional se llevó a cabo en 1951 con la obra Nacida ayer de Garson Kanin.
El filme que consolidó a López Tarso en la pantalla grande y le dio muchas satisfacciones, fue la multipremiada cinta: Macario, filmada en 1959 con la dirección de Roberto Gavaldón, argumento de B. Traven (basado en un cuento de los hermanos Grimm), guion de Emilio Carballido y del mismo Roberto Gavaldón.
El histrión también se desempeñó en la política como diputado federal en los ochentas. Además, fue presidente del Consejo Directivo de la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) entre 1980 y 1984; secretario general de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) de 1986 a 1990 e integró el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC).
Soy un hombre que no tiene miedo; soy felizmente un actor”
Ignacio López Tarso
La trayectoria de un Maestro
El cariño y respeto que Don Ignacio siempre mostró por su carrera, se vió reflejado en la basta trayectoria de este gran maestro de la actuación.
Con 62 filmes, 35 telenovelas, 4 doblajes y 31 obras teatrales, el nombre de Ignacio López Tarzo se encuentra grabado con letras de oro en nuestro país.
EN EL CINE
La Desconocida, Feliz año, amor mío, Nazarín, La Cucaracha, La sombra del caudillo, Juana Gallo, Rosa Blanca (Por la cual recibió el premio Ariel a mejor actuación), Corazón de niño, Días de otoño, El hombre de papel, Cri cri el grillito cantor, Pedro Páramo, La puerta y la mujer del carnicero, Más sabe el diablo por viejo, Los lobos no están hechos para el circo, por mencionar algunas.
EN TELEVISIÓN
Noches de angustia, Cuatro en la trampa, La tormenta, La Constitución, El Carruaje, El honorable señor Valdez, El derecho de nacer, Senda de gloria, Imperio de cristal, Esmeralda, Camila, Ángela, Navidad sin fin, ¡Vivan los niños!, De pocas, pocas pulgas, Amor sin maquillaje, Amores con trampa y Médicos, línea de vida, entre muchas más.
EN EL TEATRO
Nacida ayer, La Celestina, Don Juan Tenorio, Coplas por la muerte de su padre, Tovarich, Tres en jaque, Cyrano de Bergerac, La reina y los insurrectos, El precio, Juego de niños, El gran inquisidor, Edipo en Colono, Doce hombres en pugna, El Cartero, Aeroplanos y El padre.
EN EL DOBLAJE
Dragnet, Ama a tu prójimo, Hotel Transylvania 2 y Hotel Transilvania 3: Unas vacaciones monstruosas.
La industria llora su partida
DESANSE EN PAZ.