La empresa farmacéutica AstraZeneca (AZ), a través de la organización no gubernamental Direct Relief, donó 350 mil máscaras quirúrgicas para uso del personal de salud a Fundación IMSS, además de brindar apoyo a estudios clínicos que se realizan con la finalidad de tratar de reducir el impacto por la pandemia de COVID-19.

De acuerdo con Alberto Hegewisch, director médico interino y gerente de asuntos médicos de AZ México, dijo que se están realizando cuatro iniciativas para tratar de tener opciones preventivas o terapéuticas que ayuden al personal de salud y a los pacientes portadores del virus.

“La donación de los cubrebocas forma parte de una iniciativa global de AZ, de la cual México es partícipe; además, está dentro de las cuatro que intentan combatir esta pandemia. La entrega del material se le otorgó a la Fundación IMSS para que puedan ser distribuidas a los hospitales y centros de salud donde más se necesitan”, aseguró Hegewisch.

El especialista comentó que la segunda iniciativa consta de la donación de alrededor de 870 comidas semanales en los hospitales públicos designados para atención de COVID-19, con lo que se pretende apoyar a los trabajadores del sistema de salud.

Otra forma de apoyarlos es a través de la adquisición de insumos médicos, a través de un programa de aportaciones voluntarias de colaboradores y voluntariado de médicos, para apoyar la atención de la pandemia con goce de sueldo.

“Hemos establecido una política de voluntariado que aplica para los médicos de profesión o cualquier colaborador de AstraZeneca que desee incorporarse de una u otra forma a apoyar al combate de la pandemia, es decir, que quieran hacer servicio comunitario, con goce de sueldo”, dijo el experto.

La cuarta iniciativa es la creación de un fondo de donación por parte de más de mil colaboradores a nivel nacional, en donde por cada peso que aporten, la compañía donará dos pesos más y se destinará a la compra de insumos de protección adicionales.

Hegewisch también mencionó que se está trabajando desde enero en un estudio realizado por la Universidad de Oxford, para el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus; actualmente se está aplicando en mil voluntarios en el Reino Unido, para comprobar si el antídoto es eficaz y seguro.

De ser así, para 2021 se desarrollaría una prueba a gran escala, es decir, en varios países donde se espera que México pueda participar, y AZ colaborará en la manufactura y distribución de la vacuna.

Por otra parte, aseguró que también se está evaluando el potencial de uno de sus medicamentos oncológicos, llamado acalabrutinib, para reducir la respuesta inflamatoria inducida por COVID-19.

“AZ tiene en el portafolio de oncología-hematología un medicamento que se llama a acalabrutinib, que fue lanzado en el mes de marzo para un linfoma, es decir, para un tipo de cáncer en la sangre y, derivado del mecanismo de acción de este medicamento, se propuso como tratamiento para pacientes graves de coronavirus”, explicó el especialista.

Asimismo, se está evaluando el efecto de la dapaglifozina, que es un fármaco utilizado para pacientes con diabetes tipo 2, en la reducción de riesgo y protección cardiovascular-renal, en pacientes con coronavirus.

Por su parte, Sylvia Varela, presidente y directora general de AstraZeneca México, comentó que se han tomado medidas desde finales de febrero para reafirmar el compromiso con el sistema de salud mexicano, en el cual se pretende proteger la seguridad de los colaboradores, pacientes y personal médico.

JHR/NTMX

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