Un grupo de empresas tecnológicas trabaja en el diseño de un parche del tamaño de una pequeña venda que podría usarse para medir temperaturas elevadas del cuerpo que en ocasiones podrían indicar el comienzo del COVID-19.
El parche funcionaría con un microprocesador especialmente diseñado que se producirá en Minesota en una fábrica en colaboración con la firma de diseño de chips Linear ASICs, con sede en Ohio, y la compañía de inversión de Nueva York Asymmetric Return Capital.
El parche se usaría sobre la piel y se conectaría de manera inalámbrica a un teléfono inteligente para medir la temperatura del cuerpo de una persona, dijeron las compañías.
El grupo busca producir un aparato para medir las temperaturas de manera remota que pueda ser producido en volúmenes altos.
“Esto será especialmente importante a medida que nos acerquemos a la temporada de influenza más adelante este año”, dijo Bryan Wisk, socio fundador de Asymmetric Return Capital, en un comunicado.
Las compañías esperan utilizar la inteligencia artificial para analizar señales como el sonido de la tos para identificar patrones únicos de los síntomas del COVID-19. Esos hallazgos podrían luego utilizarse para crear sistemas basados en sensores que examinen a las personas para desacelerar la propagación del virus.
“Hay una tremenda necesidad de mejores herramientas de revisión previas al diagnóstico a medida que empiezan a aplicarse medidas para volver al trabajo en Estados Unidos y el mundo”, dijo Chris Rogers, presidente ejecutivo de SensiML, en un comunicado.
REDACCIÓN/AGENCIAS/MAI