La indignación mundial se extendió el lunes por los asesinatos de civiles en el norte de Ucrania, donde se encontraron una fosa común y cuerpos atados a tiros a quemarropa en una ciudad recuperada de las tropas rusas, mientras Moscú cambiaba el enfoque de los combates en otros lugares.
Las muertes en Bucha, en las afueras de Kiev, parecían destinadas a impulsar a Estados Unidos y Europa a sanciones adicionales contra Moscú, que posiblemente incluyan algunas restricciones sobre los miles de millones de dólares en energía que Europa aún importa de Rusia.
Redacción