Una tradición 100 por ciento mexicana…
La aparición del virus maldito convirtió este 2020 en un gigantesco panteón mundial, llevándose a un gran número de estrellas del espectáculo. Respecto a México, rendimos desde aquí un sentido tributo a Óscar Chávez, Yoshio, Raymundo Capetillo, Pilar Pellicer y Cecilia Romo, víctimas de la pandemia; así como a Chamín Correa, Héctor Suárez, Alfredo Palacios y otros que no murieron por covid pero que, de cualquier modo, mantuvieron muy activa la guadaña de la Parca.
En seguida, EL SHOW DE LAS CALAVERAS para no perder esta añeja tradición tan nuestra con motivo del Día de Muertos. ¡Comenzamos!
«CHABELO»
Don Xavier López «Chabelo»
se escondía en muebles Troncoso,
donde lo atrapó la Muerte,
¡al fin!,
por «betabel» y tramposo.
Es que ya se había escapado,
en infinidad de ocasiones,
y ni el covid le había funcionado
a la reina de los panteones.
Todavía el vetusto comediante
intentó catafixiarse por una nueva aventura…
pero acabó por asfixiarse en su fría sepultura.
SERGIO MAYER
Falleció de un ataque
el diputado Sergio Mayer,
mas no fue del corazón,
como se hubiera pensado,
más bien fue la oposición
que lo quería ver colgado.
Aquí yace el también actor,
en esta horrenda sepultura,
batiéndose en el fragor
de su patética cultura.
Mire usted que confundir a la vaquita marina,
el famoso legislador de Morena
acabó pintándola de ¡amarilla!
PATY NAVIDAD
Patricia, la bella actriz,
de la pandemia tenía duda,
hasta que le llegó el covid
que la mandó con Huesuda.
Empezó a desvariar de pronto,
tal vez por la calentura,
alucinando un engaño
que acabó por hacerle daño.
Finalmente reconoció
la existencia del virus maldito,
pero ya era tarde, muy tarde,
pues ahogó su vida en un grito.
LILY TÉLLEZ
Calladita se veía más bonita
adornando la «telera»,
hasta que le dio por la «polaca»
y «pescó» una salmonela.
La senadora fue en busca de cura,
pensando que era covid,
y haciéndose la mártir pura pidió ayuda a Gatell,
quien la bateó en la tribuna.
Es que se pasó de rosca y se volvió tosca,
histérica, histriónica y esdrújula;
la morenista y después panista falleció chapulinesca retorciéndose en su curul, tras un ataque de furia contra la Cuarta Transformación.
JAVIER ALATORRE
«¡Estamos en Hechos!», exclamó Javier muy orondo,
lamiéndose el bigotillo.
«Estabas», le replicó la Muerte,
comiéndose un piloncillo.
Alatorre entre los difuntos,
no daba crédito a la noticia,
pues entre varios asuntos,
su deceso era la primicia.
Siempre en el ojo del huracán,
murió, literal, cubriendo un ciclón
en el litoral mexicano, donde un furioso vendaval lo mandó al panteón.
ALEJANDRA GUZMÁN
La Guzmán anda perdida,
no la veo ni por asomo;
aunque dice la Catrina,
que ayer se chupó un pomo.
Pero no es que ande extraviada,
lo que pasa es que se operó el rostro,
y aunque ignoramos el costo,
la gente la tiene olvidada.
«¡Fue horrible, fue horrible!»,
lamentó el muertero al verla llegar al cementerio;
Eleuterio, el velador,
reconoció que Alejandra falleció irreconocible.
SARITA SOSA
Sarita Sosa sigue amenazando con grabar un disco.
¡Me pellizco! ¿Estaré soñando?
Es que de todos es sabido
que la hija de José no canta,
más bien nos deja en un grito
con esa voz que me ¡espanta!
Tristemente famosa
tras esconder a su finado padre,
la mujer en paz reposa
en una tumba tenebrosa.
ALEJANDRO FERNÁNDEZ
El cantante las volvía locas,
pero fue en una boda donde falleció,
por no usar cubrebocas.
Tampoco invitó a Susana,
a susana distancia en aquel festín,
aunque por fortuna los novios
disfrutaron de un buen fin.
«Potrillo» desde la cripta,
urge ahora a la raza,
si no tienes a qué salir,
mejor quédate en tu casa.
*Imágenes hechas por «Romero Cartones»