El Ballet Folklórico de México, a través de la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes, tiene el honor de invitarles a la gala de regreso al Palacio de Bellas Artes: La danza regresa al Palacio.
Una de las lamentables consecuencias de la contingencia sanitaria ha sido el cierre de espacios culturales y la interrupción de actividades del sector artístico.
Esto nos abrió los ojos para reconocer la importancia del arte en la vida del ser humano, especialmente de las artes escénicas, que se viven como una experiencia en la que se produce una íntima interacción entre intérpretes y espectadores.
Si bien es cierto que la tecnología ha sido de gran ayuda para mantenerlas vivas, también lo es que no fueron concebidas para los formatos digitales.
Asistir al teatro es una vivencia única, atemporal y cambiante. Es un arte vivo en el que el ambiente se transforma cada día junto con las personas que pisan el escenario y las que permanecen en las butacas; es una experiencia estética que se vive en tiempo real, a través del intercambio de energía entre los ejecutantes y el público.
El Ballet Folklórico de México, como embajador cultural de nuestro país, ha mutado para mantener vivo el vínculo que nos une con nuestros espectadores.
Trasladamos nuestras actividades a los escenarios y salones de clase virtuales para afianzar nuestra labor artística y nuestro compromiso con el público. Hoy, nuestro más grande deseo es volver al teatro y entregar el alma en cada movimiento ante un auditorio de carne y hueso.
Nos estamos preparando para regresar con más fuerza, utilizando como combustible la espera, la lucha, las penas y todo aquello que nos ha permitido sobrellevar un año lleno de incertidumbre; para llevar a cada uno de los asistentes en un fantástico viaje por el folclor, la magia, los colores, la música y las danzas de las diferentes regiones de nuestro México.
Volver al teatro es un acto disruptivo que reclama el espacio que pertenece a las artes escénicas para perpetuar y recordarle al mundo su propósito: despertar en las personas su humanidad y contribuir en el desarrollo de su espíritu, realización plena y autoconocimiento.
El próximo 16 de junio regresamos al coloso de mármol, nuestro hogar por más de 60 años, el Palacio de Bellas Artes, en el que el público se deleitará con un programa especial, con músicos y bailarines ansiosos de volver a los escenarios con más fuerza que nunca.