Lanza 18 de las 24 canciones de «Escándalo íntimo», su tercer álbum

3 a. m. Luísa Sonza frente a la primera escuela a la que asistió, en Tuparendi, Rio Grande do Sul, Brasil. Está sola, asustada, herida, en posición fetal. El día va aclarando, Luísa se despierta y se pone su capa protectora pop, ganando fuerzas para levantarse y caminar hacia el sol. Su respiración comienza a fallar cuando la noche está a punto de acercarse, su visión se empaña y tropieza con su propio miedo, lo que la hace caer del abismo, regresando a ese lugar gris, vacío y oscuro.

Esa fue una de las pesadillas que guiaron a Luísa Sonza hacia Escândalo Íntimo, su tercer álbum de estudio. «Un viaje a mi subconsciente», como ella lo describe.

Al momento están disponibles 18 pistas de un total de 24 que se completarán el 29 de agosto, fecha fijada para el lanzamiento total del álbum. Las otras canciones se irán desbloqueando paulatinamente, así como los visuales que, combinados, se convertirán en un cortometraje. La primera presentación en vivo tuvo lugar en el escenario The Town, en São Paulo, Brasil, el 3 de septiembre, donde la artista contó con la participación de Demi Lovato que se unió a un gran show frente a más de 100, 000 personas.

La cantante inició el proyecto justo después de finalizar la aclamada era Doce22 a finales del año pasado. La idea era que el nuevo álbum describiera todas las fases de una relación amorosa, de principio a fin. Pero, irónicamente, en el mejor momento de su carrera, Luísa vivió uno de los períodos más difíciles de su salud mental. Pensamientos de autosabotaje, ataques de pánico, sueños oscuros. Fue entonces cuando la cantante se desahogó de ese sentimiento con su coreógrafo y director creativo, Flávio Verne.

Desde que pasó esa ola de odio, en la época de Doce22, Luísa nunca ha tenido tiempo de cuidar de sí misma y de su salud mental. Luego, empezó a compartir sus pesadillas conmigo. Y pensamos: ‘¿Por qué no plasmar esas pesadillas y ansiedades en una forma de arte?’”, preguntó Verne.

Con la ayuda de la artista plástica y psicoanalista Nathalie Nery, Luísa se sumergió en un proceso de psicoanálisis e interpretación de sus sueños, y comprendió que las letras que escribía no hablaban de otras personas, sino de ella misma, tal como ocurre en el campo de los sueños.

A partir de ahí se inició una búsqueda de referentes que conectaran con este viaje surrealista. Así fue como, por ejemplo, Luísa descubrió la obra contemporánea de la artista rusa Olga Fedorova, quien firma la portada del álbum y su contraportada.

Otras fuentes de inspiración fueron películas de terror como Pearl, Bad Habits, Kill Bill y Midsommar. Referencias claramente estampadas en el track Campo de Morango, liberado el día 15, que, en menos de 24 horas, alcanzó 1 millón de reproducciones en Youtube y más de 1 millón de reproducciones en Spotify.

Con apenas un minuto y 16 segundos, 150 BPM con bajo distorsionado, Luísa canta sobre sexo en una cama manchada con jugo de fresa. El atrevido tema fue elegido estratégicamente para ser el primer sencillo, sólo para sorprender.

El segundo sencillo, Principalmente Me Siento Arrasada, fue lanzado el día 23. Como contrapunto al sencillo principal, el tema muestra la creatividad y diversidad artística de Luísa, al representar una crisis de ansiedad. Durante sus 3 minutos de duración, la canción refleja las sensaciones y matices que ella sentía, como estrés y enojo, melancolía y euforia. “Esa fue la mejor manera que encontré para traducir cómo funciona mi cerebro”, explicó Luísa.

Principalmente Me Siento Arrasada, explica la madurez musical del disco y viene prácticamente como respuesta a las críticas sobre la duración y una posible superficialidad de Campo de Morango. Al fin y al cabo, como en toda buena película, el giro argumental es el elemento principal.

Escándalo Íntimo es una película, un álbum visual, que contará una historia de amor que se entrelaza con el viaje de mayoría de edad de Luísa. «Las pistas terminaron convirtiéndose en bandas sonoras de las películas de mi cabeza», dijo.

Dirigida por Diego Fraga, la película sigue a la artista pop Luísa Sonza quien, poco a poco, se va despojando de la armadura que la ha protegido todos estos años, para adentrarse en el lugar más frágil y oscuro que pudo explorar: su subconsciente.

Inevitablemente, este viaje la lleva a su pasado, al interior de Rio Grande do Sul. No es casualidad que el lugar donde se desarrollan las visuales sea una finca, ubicada en Santana de Parnaíba, São Paulo. Ahí es donde sucede todo.

No sólo las imágenes son nostálgicas, sino también las canciones. Entre los referentes se encuentran el pop y rock brasileño de los años 80 y 90, ritmos regionales de Rio Grande do Sul, como la milonga, el sertanejo, la samba y la bossa nova. Por supuesto, el funk y el pop también están ahí, pero de una forma
más madura, con una capa más industrial y elementos de hiperpop, entre otros subgéneros de la música pop.

Además de Douglas Moda, director musical de Luísa desde Doce22, la producción del álbum cuenta con un fuerte refuerzo directamente desde Los Ángeles, como Roy Lenzo, productor de álbumes como Mont.

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