El embajador de China en Australia, Cheng Jingye dijo que Australia podría tener problemas económicos, si siguen con la intención en investigar el origen de la pandemia de COVID-19.
En entrevista en el The Australian Financial Review, el embajador mencionó que puede ser peligroso el impulso de Canberra para comenzar investigación e insistió que esta situación puede provocar un boicot por parte de los consumidores chinos que no podrán viajar ni estudiar en Australia y más repercusiones económicas.