La Academia Real Sueca de Ciencias decidió otorgar el Premio Nobel de Física 2020 al científico inglés Roger Penrose, al alemán Reinhard Genzel y a la estadounidense Andrea Ghez. El primero recibirá la mitad del galardón por sus descubrimientos sobre agujeros negros.
Los otros dos investigadores ganaron por descubrir un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que estaría siendo causado por un agujero negro.
Los agujeros negros han fascinado siempre a físicos y astrónomos. Son cuerpos del espacio de masa grande y poco volumen que absorben cualquier materia o energía situada en su campo de acción, incluida la luz. Esto impide que puedan ser observados.
El inglés Penrose, de la Universidad de Oxford, fue distinguido por descubrir que “la formación de un agujero negro es una predicción robusta de la teoría de la relatividad general”. Tiene 89 años y fue colaborador y amigo de Stephen Hawking. Usó métodos matemáticos para demostrar que los agujeros negros son una consecuencia directa de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein.
Reinhard Genzel, que forma parte del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Alemania, y de la Universidad de California, en Berkeley, Estados Unidos, y Andrea Ghez, de la Universidad de California en Los Ángeles, fueron reconocidos por el descubrimiento de un objeto compacto supermasivo que se encuentra en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea”. Más exactamente, Genzel y Ghez identificaron que ese objeto invisible gobierna las órbitas de las estrellas en el centro de la galaxia. Actualmente, se considera que se debe a la existencia de un agujero negro supermasivo.
AGENCIAS
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