Los visitantes que quieran ingresar en Alemania desde países considerados como de alto riesgo por su situación respecto a la pandemia del coronavirus tendrán que realizarse una prueba diagnóstica de COVID-19 en los aeropuertos a su llegada.
Así lo han acordado los Ministros de Salud estatales alemanes junto al Ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn, aunque aún no se ha tomado una decisión formal al respecto.
Se espera que los ministros vuelvan a hablar sobre los detalles de la medida, incluyendo quién pagará los test en cuestión. Las personas que ingresen en Alemania desde los países considerados de riesgo bajo, como Francia, España, Grecia y la mayoría de los europeos, no tendrían que estar sujetos a esta nueva medida.
Los aeropuertos alemanes se mantienen cautos ante la aprobación de la nueva norma y han asegurado que su personal no puede realizar las pruebas.
Hasta ahora, los visitantes procedentes de países de alto riesgo tenían que autoaislarse durante 14 días. La mayoría de los países están considerados como de alto riesgo por el Instituto Robert Koch, la agencia de control de enfermedades del país.
REDACCIÓN/AGENCIAS/MAI