Funcionarios ucranianos y europeos expresaron su indignación el domingo por lo que dijeron fueron atrocidades cometidas por las fuerzas rusas cerca de Kiev antes de que se retiraran de la región para centrar sus ataques en otros lugares.
El alcalde de Bucha, una localidad a 37 kilómetros al noroeste de la capital, dijo el sábado que 300 residentes habían sido asesinados durante un mes de ocupación por el Ejército ruso. Se vieron muertos en una fosa común y algunos todavía tirados en las calles.
Ucrania dijo el sábado que sus fuerzas habían retomado todas las áreas alrededor de la capital, recuperando el control completo de la región por primera vez desde que Rusia inició la invasión el 24 de febrero.
Rusia ha retirado las fuerzas que habían amenazado a Kiev desde el norte para reagruparlas para batallas en el este de Ucrania. No hubo comentarios rusos sobre la afirmación de que la región de Kiev estaba totalmente en manos ucranianas.
Rusia ha negado antes haber atacado a civiles y ha rechazado las acusaciones de crímenes de guerra en lo que denomina una “operación militar especial” en Ucrania.
Agencias