Tras confirmarse la muerte del astro argentino Diego Armando Maradona, el oriundo de Villa Fiorito nunca fue bueno para la escuela, era de los que estaba más tiempo con el balón que con los libros.
A la edad de 15 años debutó en Primera División con Argentinos Juniors en 1976; salió campeón en el Mundial Juvenil de 1979 en Tokio y consolidado como futbolista en 1981 firma con Boca Juniors para conseguir el título argentino y más adelante dar el salto a Europa siendo fichado por Barcelona en 1982. Con los blaugranas ganó la Liga, la Copa del Rey y la Súper Copa de España, una grave lesión en el tobillo contra Atlhetic de Bilbao y una hepatitis sólo le permitieron estar dos años en tierras catalanas.
En 1984 llegó al Nápoles de Italia, un equipo cualquiera al cual Maradona lo engrandeció hasta conseguir dos ligas, la copa de la UEFA y la Súper Copa de Italia. Con la selección albiceleste jugó el Mundial de España 82′, se consagró en México 86′ en el Estadio Azteca ante Alemania superando a Inglaterra con aquella «Mano de Dios» y la jugada donde dejó a media selección inglesa en el camino para marcar uno de los mejores goles en la historia de los mundiales.
Su vida personal estuvo llena de escándalos, drogas, sin sabores dentro y fuera de la cancha pero su recuerdo ahí estará en la memoria de quienes los vieron llegar a lo más alto y al mismo tiempo caer en los horrores del exceso.
AGENCIAS
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