Por: QUETZALCÓATL HERNÁNDEZ
*AGUA POR VOTOS
*NO LE GUSTÓ
BIEN Y DE BUENAS. – Amigo lector, antes de iniciar con esta columna editorial, deseo que tengas un maravilloso día lleno de bendiciones y ahora si vamos a los temas que nos interesan.
AGUA POR VOTOS. – Estamos a nada de las próximas elecciones presidenciales y los partidos políticos harán su «agosto» para conseguir votos a toda costa y recurrirán al recurso más valioso que tiene el ser humano, el agua.
Al menos en la capital estaremos viendo «bajita la mano», pipas de las distintas demarcaciones con anuncios alusivos a Morena (principalmente), recorriendo las colonias donde hace falta el vital líquido con la intención de recolectar votos de quienes se vieron beneficiados por ellos.
No me extraña que toda la bola de zánganos que gobiernan esta capital, jueguen con las necesidades de las personas y se sirvan de estos medios para que sus corcholatas se lleven el triunfo en las urnas. Si eso pasa mi estimado lector, me gustaría que me hicieras llegar las evidencias a genioyfigura@gmail.com, donde con gusto haremos valer tu voz y denunciar a cualquier servidor público que quiera lucrar con este u otros servicios.
NO LE GUSTÓ. – ¿Recuerdan el cuento llamado, El traje nuevo del emperador?; ese que de niños nos hicieron leer en la primaria y donde se habla de un rey que se manda hacer un traje nuevo con unos sastres que al final se da cuenta que fue la burla de todos los súbditos por no llevar nada puesto y pasearse en ropa interior, pues bien, aquí en México tenemos nuestra versión mejorada y aumentada, pero con un final distinto.
El descerebrado de Palacio Nacional lo desnudaron y exhibieron, respecto a sus tratos con el crimen organizado y sus nexos con grandes capos; desatando la ira del mesías bananero y haciendo valer su soberbia y nepotismo hacia la reportera Natalie Kitroeff, a quién llevó a un juicio popular exponiendo su número telefónico a todos los medios reunidos como demostración de poder.
Ya es tanta su obsesión y fanatismo por sentirse y ser un ser superior, que puede llamar a sus hordas para despedazar a quién se atreve a cuestionar o evidenciar sus tranzas y con justa razón, el señor no quiere que en un futuro se le juzgue y se le lleve ante la justicia. Y lo peor es que después de tanto atacar a los reporteros nacionales y extranjeros, se atreve a decir que su gobierno no existe la sensura y la libertad de expresión está garantizada (siempre que no se vea agraviado).
Así que ¡aguas! con lo que se dice en este final de sexenio, la de malas y terminamos en una mañanera como siguiente blanco.
Y RECUERDE. – ¡sonría!, sea feliz, que sonreír no causa impuestos. Hasta la próxima entrega.
Redacción