Shake Shack, nos deleitará con ella a partir del 13 de agosto

Hay tantas cosas que hacen especial a la Chick’n Shack, que es difícil elegir solo una como su secreto.

La Chick’n Shack es una hamburguesa que está hecha con una crujiente pechuga de pollo (sin hormonas ni antibióticos) cocinada a fuego lento en un marinado cremoso de buttermilk, rebozada a mano en una mezcla Shack-made de harina y condimentos, freída al momento para dejarla perfectamente crujiente, además lleva una herb mayo hecha con buttermilk, cebollín, perejil y tomillo. Todo puesto en el mismo bollo suave de papa Martin de la clásica ShackBurger.

Una de las grandes historias que envuelven el éxito de la Chick’n Shack, es que, durante su lanzamiento en Nueva York, la demanda fue tan alta que Randy Garutti, CEO de Shake Shack, tuvo que anunciar que se habían quedado sin pollo en tan solo 48 horas, teniendo que descontinuarla por dos semanas.

Fue algo que de verdad llegó a transformar a Shake Shack, pues por primera vez en casi una década se sumaba al menú una proteína que no era de res. Desde ese día, supieron que jamás podría volver a faltar la Chick’n Shack en ninguno de sus restaurantes.

La Chick’n Shack llegó a México para quedarse y la podrás encontrar en todos los Shacks (Reforma, Arcos Bosques y Satélite) a partir del jueves 13 de agosto. ¡Corre porque vuelan!

Una vez más, Shake Shack se mantiene fiel al compromiso ofrecer alimentos frescos y de alta calidad siguiendo su misión: Stand For Something Good.

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