A poco más de tres meses del inicio de la epidemia de COVID-19 en el país, aproximadamente 50 por ciento de los profesionales de la salud ha desarrollado cuadros de ansiedad y pánico, alertó el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Humberto Bautista.
Dentro de este porcentaje, detalló, las enfermeras son el personal más afectado, “pues son las que están al tiro del cañón, son las que se llevan más golpes a nivel emocional y sufrimiento”.
En rueda de prensa, el coordinador del Departamento de Psicooncología del Hospital Nacional Siglo XXI explicó que si bien los profesionales de la salud siempre están expuestos a estrés, ante una situación de alerta como es la pandemia de COVID-19, este puede causar ataques de pánico, trastornos de ansiedad, de angustia y adicciones.
Esto, dijo, debido a que el personal de sanitario se ha expuesto a múltiples factores a nivel social y médico, tales como el abandono y presión social. “Hay quienes dicen que son héroes, o los discriminan, gente que incluso les han aventado cloro”.
En cuanto al entorno laboral, señaló que hay mucho abandono profesional debido a que son pocos médicos los que atienden el COVID-19, aunado a la falta de equipos de protección personal, “incluso hay gente que ha recurrido a dañarse alguna parte de su cuerpo con el objetivo de tener la justificación para no acudir a su unidad médica”.
“Por consiguiente dejan muchas veces al personal clínico solos, entonces ves a las unidades con internistas vueltos locos con más de 90 pacientes, 90 camas, que tienen que atenderlos cuatro o cinco médicos”, expresó.
Informó que de acuerdo con un estudio realizado a mil 257 trabajadores de la salud en China, se encontró que 71.5 por ciento tenían trastorno de angustia, 50.4 por ciento trastornos del estado de ánimo, 44.6 por ciento ansiedad y 34 por ciento insomnio, los cuales en conjunto generan problemas de concentración en su trabajo.
En ese sentido, el también miembro de la Sociedad Mexicana de Oncología indicó que es necesario identificar los focos de estrés en todo el personal sanitario y otorgarles la atención psicológica necesaria, sin embargo, son pocos los especialistas de salud mental disponibles, pues en el IMSS, a nivel nacional, apenas hay 40 plazas disponibles.
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